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domingo, 17 de diciembre de 2017

Historia del teléfono

El teléfono es un invento que comenzó como un juego de niños a principios del siglo XVIII. Numerosos investigadores describieron en su día transmisores eléctricos de la voz desde planteamientos teóricos, pero sin substanciar tales hipótesis.
El primero y tal vez más importante, fue el italiano Antonio Meucci, que en 1854 inventó el telettrófoni, que posteriormente fue denominado como teléfono. Meucci invento un artefacto capaz de poder comunicar su voz desde la planta baja de una casa con el piso superior. Pero al ser pobre, no tenía el dinero suficiente para poder patentarlo.
A los pocos años, en 1863, el alemán Johann Philipp Reis, utilizó incluso el término telephon para aludir a una membrana vibradora que se abría y cerraba mediante un circuito eléctrico y reproducía sonidos musicales. Pero Reis nunca se tomó aquello en serio y jamás pasó de considerarlo un simple juguete.
El 14 de enero de 1876 dos hombres, Alexander Graham Bell y Elias Gray se presentaron en la Oficina de Patentes de Nueva York para registrar un inaudito e insólito invento: el teléfono. Bell llegó a las doce del mediodía y Gray dos horas después. Esa diferencia consagró al joven escocés, Bell, como padre del teléfono, el invento más importante de su tiempo.
Este invento utilizaba la electricidad para hablar a distancia e iniciar una red telefónica que por el hecho de marcar unos cuantos números puede poner en contacto verbal a personas muy alejadas físicamente.

Bell y Gray pleitearon durante diez años, pero al final el veredicto favoreció a Bell, que en poco tiempo se hizo millonario. No obstante lo dicho, hay que reconocer al alemán Philipp Reis haber llevado a cabo en 1863 transmisiones de sonidos a distancia por un procedimiento similar al de Bell. Reis moriría pobre y abandonado años después de que Bell patentara el formidable invento.
Sin embargo, aún tardó cerca de un año en sacar partido de tan prometedor accidente. Bell patentó el invento del teléfono antes de que realmente lo hubiera podido comprobar él mismo. Ya que fue después de su inscripción en la Oficina de Patentes cuando pudo transmitir un mensaje telefónicamente, la oración gramatical: “Come here, Watson, I want you” (“Watson, ven, te necesito”). Era el día 6 de marzo de 1876.

Bell presentó su invento en la exposición celebrada en Filadelfia con motivo del primer centenario de la Independencia de Estados Unidos, donde se convirtió en una gran atracción. Estaba invitado el emperador del Brasil, Pedro II, a quien pusieron en la mano el aparato de Bell; el emperador lo examinaba atentamente, y cuando comprobó que salían voces de él, lo soltó alarmado y exclamó desconcertado: “¡Pero esto habla!”.
La primera central telefónica se instaló en New Haven, en el estado norteamericano de Connecticut, en enero de 1878. Tenía veintiún abonados, entre ellos el novelista Mark Twain. Cuando la persona origen de la llamada descolgaba su receptor se activaba en la centralita un conmutador eléctrico que avisaba a la operadora, y ésta movía una palanca preguntaba al abonado con quién quería hablar.
Las centrales telefónicas automáticas, es decir, las llamadas sin operadora ni demora fueron ideadas en 1889 por un empresario de pompas fúnebres de Kansas City, Almon S. Strowger. Y su origen es de lo más curioso.

Estas centrales automáticas no fueron adoptadas por Bell hasta 1919. En 1884 la compañía Bell posibilitó las llamadas a larga distancia creando una línea entre Boston y Nueva York: cuatrocientos ochenta y cinco kilómetros enlazados por diez mil postes telefónicos y una gran cantidad de hilo de cobre, sustituyendo al de hierro.

Desde entonces hasta hoy han sido legión el número de innovaciones y mejoras habido en el mundo de la telefonía. Entre otras la del teléfono público por monedas, inventado en 1889 por el norteamericano William Gray.
El primer aparato público estuvo a disposición de la gente en un banco de la ciudad de Hartford, estado de Connecticut: su inventor, asociado con otros, creó en 1891 los teléfonos de monedas en una cadena de grandes almacenes.

Luego vendría el teléfono portátil, teléfono móvil o celular, el de bolsillo, el teléfono de mando vocal e incluso el teléfono para sordos, pequeño aparato que se incorpora al teléfono y posibilita la reproducción de los mensajes en una pantalla de cristal líquido.
Finalmente aparece el primer teléfono móvil o celular, el Motorola DynaTAC 8000x, en el año 1983. Hasta llegar a los actuales Smartphones que tienen conexión a Internet y son prácticamente una pequeña computadora.