La justicia (del latín iustitĭa),
que, a su vez, viene de ius —derecho— y significa en su acepción
propia «lo justo, o lo que se ajusta››. La noción de justicia es un
tema fundamental de la filosofía del Derecho, y también uno de los más
complejos, por la gran variedad de significados que este término ha albergado a
lo largo de la historia.
En su sentido más general, la justicia es un conjunto de normas y directrices cuyo propósito es crear una balanza forjada en valores para darle a cada quien lo que se merece, esto en base a sus acciones. Para su ejecución, la justicia se basa en valores como: el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
La justicia es un
concepto referencial, se refiere a un conjunto y jerarquía de criterios que
operan como supuesto de base. El problema en su definición es que no todos
comparten el mismo supuesto de base. Este supuesto puede referirse a un
sinnúmero de criterios (la necesidad, la responsabilidad, la capacidad, el
mérito, la jerarquía, etc.) pero en general este supuesto suele referirse tres
grandes criterios: a la dignidad humana, al bien común o a la
ley.
Evolución
histórica de la justicia
La noción de justicia
como virtud moral nos la encontramos, siglos antes, muy desarrollados en la
obra de Aristóteles, especialmente en su Ética a Nicómaco. Será luego la
escolástica medieval, especialmente por influjo de la obra de Santo Tomás, la
que difunda por el orbe cristiano el esquema aristotélico de las virtudes. Antes
de Aristóteles, Platón consideró que la justicia era equivalente a integridad
moral o equilibrio entre las potencias del alma y, simultáneamente, equilibrio
social. San Agustín siguió la misma línea que Platón, pero trató de
compaginarlo con la noción bíblica de justicia: pensó que la armonía personal o
rectitud moral dependía de la sumisión del hombre a Dios.
Ocho siglos más tarde,
la escolástica medieval recibiría, junto con el influjo del pensamiento de San
Agustín y del Derecho romano, la filosofía de Aristóteles, que distinguía dos
nociones de justicia: una general y otra particular. A partir de Ockham, en
cambio, el derecho pasa a significar el poder que uno tiene sobre un bien. Hobbes
desarrolla y proyecta sobre la ciencia jurídica el voluntarismo iniciado por
Guillermo de Ockham. Según Hobbes, no hay injusticia donde no hay ley, y no hay
ley donde no hay una voluntad humana superior que la imponga. Más tarde, Kant
vinculará estrechamente las nociones de justicia y libertad externa, entendida
ésta como autonomía o independencia respecto al arbitrio de los demás.
Ya entrados en el siglo
XX, especialmente por influjo de la obra de Kelsen, se atribuirá al concepto de
justicia una mera significación "ideológica", en un sentido muy
próximo al que Marx daba a este adjetivo, como disfraz de intereses. A finales
del siglo XX, el protagonismo de la noción kelseniana de justicia fue cediendo
el puesto a la teoría de la justicia de Rawls, quien centró su definición en la
idea de imparcialidad en la organización de la vida social.
Enfoques
de la justicia
La
justicia social
La justicia
social es la distribución equilibrada de los bienes dentro de una
sociedad.
La
justicia como valor
La justicia como
valor es el principio moral de cada persona que decide vivir dando a cada
quien lo que le corresponde o pertenece. La justicia como valor busca
el bien propio y de la sociedad.
La
justicia divina
La justicia
divina es la justicia llevada a cabo por Dios. Para los cristianos es
Dios quien tiene el poder de ejercer la justicia divina ya que él puede
castigar o premiar al hombre de acuerdo a sus merecimientos.
La
justicia en filosofía
Corresponde a la Filosofía
moral y a la Ética el estudio de la justicia desde el punto de
vista filosófico. En ellas se define como justicia la virtud cardinal que
reside en la voluntad mediante la cual, la persona está inclinada a dar a cada
uno lo suyo, ya sea de manera individual, como sociedad o como grupos de
personas, miembros de la sociedad.
La
justicia como virtud
Igualmente la justicia
ha sido entendida como virtud humana, puede ser definida como el arte de hacer
lo justo, y de «dar a cada uno lo suyo», básicamente esto nos dice que la
justicia es la virtud de cumplir y respetar el derecho, es el exigir sus
derechos, es otorgar los derechos a un individuo.
Conclusión
La justicia se ha
convertido en una cualidad del ser humano, en la que se decide, se apoya, se
juzga, se establecen parámetros de igualdad para todos. El ser humano tiene la
propiedad de usar a la justicia como un bien de provecho, o de valerse por si
mismo gracias a ella para lograr un bien en común. La justicia es representada
como una figura de una una mujer con los ojos vendados con una balanza en
una mano y una espada en la otra, esta representación, simboliza la
imparcialidad de la justicia verdadera.